Cae la tarde
La ciudad se transforma
Las sombras todo lo pueblan
Y el tejido se vuelve otro
Hasta tú eres otro
Deambulando
En busca de algo que no sabes
definir
A veces me gustaría estar dentro
de tu cabeza
Pero prefiero seguirte los pasos
Que te llevan al río
Déjate fascinar por esta noche líquida
Desplázate, álzate,
Conduce tus frustraciones al suicidio
Que mañana podría ser el día que quisieras evitar
Y lo que tienes frente a tus ojos
Parece prometerte momentos
gloriosos.
Te veo llegar hasta el puente,
Te veo devolverte hacia el
laberinto
Buscar una salida
El susurro del río es cálido
Poco falta para que inicies el
diálogo terrible,
Para darle cauce a este mal sueño
Porque las luces que preferiste,
las luces que te llamaron, que te
sedujeron
Fueron las que activaron la
pesadilla.
Si ahora miraras hacia atrás
Seguro podrías convertirlo todo
en roca
Culpable, mil veces culpable
Decides iniciar un nuevo acuerdo
con la vida,
Diciendo adiós
La caída es rápida, demasiado,
Pero la visión del río se ha
desvanecido
En su lugar, has despertado en
una taberna
Es de madrugada, estás borracho y
debes regresar a casa
No te convences de que estar
allí
Es mejor a estarlo en medio del
río
Pero decides volver a tu
laberinto
Y entregarte a sus pasajes
A una tierna sinfonía de la
desesperación.
(Trayectorias, 2013)