Oí decir alguna vez
Que la vida es de por sí poética
La pregunta sería entonces:
¿venimos programados de fábrica
para asimilar toda esa poesía?
Quizás solo estemos preparados
Para ser quienes somos
-con todo lo jodido de esa interrogante-
Vagar por la sombrita del sistema convenciéndonos unos a
otros
de ser felices
O jugar a olvidar que somos millones de pequeños soles
Potencialmente abrasadores
Que danzan en inasumido compás, a veces errático,
Por miedo a fundirnos al calor de nuestro abrazo;
Otras veces nos perdemos
interpretando algún cómodo papel
que reemplace nuestra humanidad
en esta existencia
tragicómica
y todo por el miedo a descubrir en nosotros
Aquel pequeño sol que podría liberarnos y redimirnos.
(Inédito)