Una
rabia mordaz
Inútil
y posesiva
Una
rabia enceguecedora, maldita
Que
vuelve impotente hasta el alma más fuerte
Una rabia de mierda
Sabiamente
condensada en nubes de odio
Una
rabia inmensa, una rabia feroz
Algo que corroe
Un
cuarto oscuro, una ventana con cortinas tristes
Formas
grisáceas que se esparcen por la habitación
Danzando
como fantasmas, dueñas de la situación,
Un
duelo que incendia el alma
Una
rabia bastarda, aunque inteligente
Una rabia con la memoria en
pie de lucha
Y
el olvido detrás del último punto aparte
Una
rabia que recuerda que al final de toda buena acción
Podría
esconderse el deseo más abyecto de todos.
(Manual de emprendimiento para suicidas, 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario