Ruedan cabezas
por la calle
Como sucios
envoltorios de golosinas
Sombras de
placeres fugaces
Como los tuyos
Y bien, hay
quienes se acostumbran al asunto.
Aunque la ciudad
seguirá para ti, vacía
Destapas una
botella
El cuerpo
voluptuoso sumergido hasta la mitad
En esa tina
vieja y trizada
¡Enciende ya el cigarrillo!
-Mesías para tus
nervios que han caído en su habitual desesperación-
Y no vaya a ser
cosa
Que hoy vuelvan
a jugarte una mala pasada;
Alguien con un
megáfono despierta tu ira
Los lunes siguen
siendo como domingos o como viernes o como martes
Para toda la
exclusividad que reside en tu vagancia
Y así, sin saber
cómo ni cuándo
En algún pliegue
del destino
Empezaste a
volverte ángel
Y un buen sol
que aparentaba anunciar la primavera
Hizo que te
decidieras a escapar por la ventana
Para emprender
de una vez el vuelo.
(Vapores, 2015)
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