martes, 2 de agosto de 2016

ENJUAGUE BUCAL




Era cierto. Cepillarse los dientes parecía un acto seguro, acaso el más seguro de todos; y el baño, un refugio en el que ningún perseguidor podría alcanzarle. De allí la extrañeza que se apoderara de su rostro cuando media docena de agentes irrumpieron en aquel cuartucho. Fue esposado justo antes de enjuagarse, por mucho que implorara en que le permitieran terminar aquel sencillo procedimiento.

(Inédito

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario