Las ánimas han
comenzado a cantar su canción
Una extraña
sombra se sienta al piano
Sus notas se
parecen a una melodía
De la que el
fantasmagórico pianista
se enamoró justo antes de dejar este mundo;
El resto de la
velada veré a la muerte
instalar su fiesta en esta vieja casona
Las víctimas
todas moviéndonos al compás:
Los asesinos aullando
como posesos,
Los acordes de
esta muerte con sentido del ritmo
y sin mañana posible,
como todas las muertes.
(Vapores, 2016)
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