No pasó nada, te lo juro.
Que hayamos despertado desnudos uno al lado del otro
no quiere decir -necesariamente- que haya ocurrido “algo”.
No pasó nada.
Que te haya tenido abrazada se explica porque hacía frío
Y además me dijiste que le tenías miedo a la oscuridad.
Que no pasó nada, te dicen.
Que es una pura casualidad que sigas a mi lado;
Que nos hayamos olvidado el desayuno y no queramos
levantarnos;
Que nos pusiéramos a soñar en silencio el uno con el otro,
Y que imaginemos secretamente que la vida podría ser más
dulce y
menos dolorosa
después de los tibios rayos del sol que nos sonríe esta
mañana.
En serio, no pasó nada.
Así que tranqui.
(Inédito)
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