El caso fue
que le declaró su amor minutos antes de saberse acorralado por la vida. Aquella
chica era en realidad su abuela, solo que en la foto de perfil lucía como en
sus mejores años. Decidido a no perder el tiempo, tragó saliva y actuó como el
típico jovencillo menoscabado del que gustan las mujeres maduras.
(Inédito)
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