domingo, 28 de julio de 2019

Se viene la Feria del Libro de Invierno y Encuentro con la Escritura


Este viernes 2, sábado 3 y domingo 4 de agosto se viene el que sin lugar a dudas será el evento literario más importante del 2019 en el Sur de Chile. La "Feria del Libro de Invierno y Encuentro con la Escritura", organizada y completamente autogestionada por el Taller del Libro, acogerá a más de cuarenta escritores y escritoras de nuestro país, y promete ser una auténtica fiesta de las letras.

En la ocasión tendré el honor de coordinar la "Mesa de Narrativa: Memoria y Territorio", en la que tomarán parte las narradoras Ingrid Odgers y Elisa Monti, y los narradores David Avello y Muñoz Coloma. La mesa tendrá lugar este viernes 2 de agosto, a partir de las 15.30 hrs.

¿Dónde ES? Galería Alternativa Plan B, Orompello 658, Concepción Centro.

Prohibido faltar a esta importante cita con la Literatura. Nos vemos pronto.



miércoles, 24 de julio de 2019

ÁNIMAS


Estoy convencido de que algunos muertos sonríen
                   al verse liberados de su prisión de carne
parece justo soñar con una alegría
                          tal vez a destiempo, quizás solitaria.
Pero pudiera ser que exista alguna plazoleta
                                           un sótano o una buhardilla
donde poder echar un descanso y algo más

                     entre vuelta y vuelta, en medio del éter. 


martes, 16 de julio de 2019

¿Te atreves a deambular entre los versos del bosque y de la bruma?


      Nunca he entendido por qué no se me da tan fácil escribir acerca de mis propias obras. Para colmo, el asunto se vuelve peor en el caso de los poemarios. Pero estoy contento de poderles ofrecer en fecha muy próxima un nuevo trabajo llamado Bosque neblinoso, en formato papel (librillo) y digital (ISSUU).

    Acerca de cómo nació Bosque neblinoso, escribí algunas palabras en lo que será la contraportada del librillo:  
Los poemas que componen esta obra corresponden en su mayoría a escritos registrados a la rápida en croqueras de bolsillo, entre dibujos, aforismos y anotaciones diversas.

      Bosque neblinoso es una oda al deambular por el bosque urbano, por sus alturas, azoteas y extramuros, escrita en clave psicotrópica. Contemplación, deleite y anotación. En los últimos dos años he llenado varias croqueras intentando capturar aquellas deducciones que casi siempre saltan a destiempo ante nuestros sentidos. Una exhaustiva revisión de ellas me condujo a la publicación de este poemario.


      Reconozco que dentro de mi producción poética estaba en deuda con los árboles y con las aves. Existe en la fuerza creadora de estos importantes personajes de mi cotidianeidad una influencia que no puedo negar. Sobre ellos, ya lo sé, se han escrito miles de versos a través de la historia. Y, sin embargo, nos siguen evocando lo que tal vez desearíamos fuera una extensión de nuestra propia humanidad. Me explico. Por una parte, el vuelo de las aves por el cielo -sea majestuoso o travieso- me parece un acto poético en sí mismo; desde luego, volar para nosotros es una condición inalcanzable y, por tanto, envidiable. Sería absurdo intentar explicar aquí la fascinación que desde temprana edad experimentamos los seres humanos con la idea de volar. Intuimos lo maravilloso de esta habilidad y no tardamos en asociarla a una condición espiritual, tal como lo hacían nuestras machis.

     En tanto, es un hecho que los árboles se alzan buscando la luz, consumando de igual modo su existencia en la búsqueda de habitar las alturas. Los árboles, no obstante, afirman en la tierra su esencial altruismo. Es por ello que sus raíces les recuerdan sus orígenes, y desde allí alzan su particular vuelo. ¿Serán las aves y los árboles los más grandes poetas de todos los tiempos? Como seres vivos, su habitar está cargado de imágenes capaces de evocarnos ensoñaciones para nuestro gusto e incluso para nuestro espanto (recuérdese el cuervo de Poe).
¿Tienen los árboles el deber de compartir con nosotros su sabiduría? Lo más probable es que nuestro sea el deber de escucharles. Éste es el relato de una travesía por el medio de un bosque que es en realidad la ciudad misma. Es, por sobre todas las cosas, una invitación a viajar hacia el interior de nuestra propia cotidianeidad.


     Cada uno de nosotros y nosotras esconde un bosque en su interior. Hay quienes consiguen aventurarse en él y salir victoriosos. Otros, en cambio, desesperan sus vidas intentando hallar de una vez por todas la salida. En mi caso, me resulta más que suficiente haber encontrado un pequeño claro, como testimonia este libro, desde el cual apreciar en su justa medida el camino avanzado en medio de su espesor. Y la neblina tampoco es casual. Si bien dificulta la travesía, su opacidad cubre de un halo espectral todo el transitar, al punto de que realidad y ficción, sueño y lucidez, día y noche, delirio y razón, parecen ser dualidades absolutamente obsoletas en el espesor verde niebla de este bosque.
Entrar al bosque neblinoso. Escuchar el susurro de la bruma. Dejarse conducir por sus visiones fantasmagóricas. Hallar un claro. Encontrarse a uno mismo. Salir del bosque neblinoso.


      Vaya dedicado este libro, pues, a los árboles y a las aves, a las que vemos en la altura y a las que intuimos en nuestro interior; también a quienes transitan hoy por bosques neblinosos, pues me siento profundamente hermanado a ellos y ellas. Después de todo, la poesía es el lenguaje más íntimo y sincero en el que podemos comunicarnos. Que así sea.