lunes, 30 de mayo de 2016

CIUDAD FEROZ





A ver si tú adivinas dónde estuve todo ese rato. Puedo decir que desplacé entre trampas y raras latitudes que la bruma volvía aún más extrañas. Me dejé caer desde la cornisa de un alto edificio, siendo rescatado por un ejército de aves nocturnas que acudió a mi llamado. Jugué a establecer una relación entre las desapariciones y los bancos de niebla con los que cada mañana la ciudad suprime ciertos territorios a los ojos de sus habitantes. Me alcanzó una lluvia de la que no me pude defender. Me empapó hasta los huesos con sus gotas de angustia, y debo reconocer con cierta amargura que nunca había sentido tanta sed como cuando esa lluvia me mojaba, inmisericorde. En fin, terminé en el río y por poco siendo parte de su cauce, de no ser porque un sendero de tierra apareció frente a mí, devolviéndome salvadoramente a mi orilla.

(Experimento fallido, 2015)

viernes, 27 de mayo de 2016

"Nublado variando a parcial", Encuentro Poético Musical

¡Se armó! Todo mundo invitado a disfrutar de una agradable tarde de Poesía y Música en el bar "Entre Pinchos", encuentro organizado por el colectivo artístico "Sujeto a Discusión". Los esperamos este jueves 2 de junio a partir de las 19 horas en el bar "Entre Pinchos" (Orompello 432, entre Barros Arana y O'Higgins), en pleno centro de Concepción.

 

¡Ni se le ocurra dejar pasar esta oportunidad única de embriagar sus neuronas con versos y acordes especialmente pensados para su deleite!

Parrilla de lujo, con los siguientes artistas confirmados:

POESÍA:
-Francisco Valenzuela
-Alan Muñoz
-Rosalía Valenzuela
-Oscar Vidal
-Pablo Guillermo
-Reveko de la Jara
-Constanza Aracena
-Gloria Sepúlveda
-Felipe Burgos
-David Avello
-Oscar Sanzana

-Jota 

MÚSICA:
-Sandra Alarcón
-Frank Solo
-Hualpén Suárez
-Alejandro Quilodrán

¡No se lo pierda y corra la voz!

miércoles, 25 de mayo de 2016

EL ANZUELO



La primera vez que lo vio fue cuando regaba las plantas en su balcón. De la esquina  apareció de pronto un hombrecito que, sujetándose de las paredes, avanzaba con mucha dificultad. Tras andar algunos pasos tropezó y por milagro alcanzó a afirmarse de un grifo. Olivia siguió regando sus plantas, aunque no le sacó los ojos de encima al extraño personaje, que avanzó tambaleante hasta perderse en la siguiente esquina.
Fue un domingo, cuando se preparaba para ir a misa, cuando se lo encontró nuevamente. Al igual que en la ocasión anterior, el hombrecito –impecablemente vestido, preciso es decirlo- caminó dando tumbos antes de derrumbarse algunas casas más allá. Olivia partió rumbo a la parroquia y no supo más de él, hasta cuando regresó y se encontró con que ya no estaba donde había caído.
Para la siguiente vez Olivia ya estaba preparada. En cuanto lo vio venir agarrándose de lo que pudiera para no caer, sirvió un vaso de vino y lo dejó junto al grifo. Al llegar, el hombrecito hizo una pausa, miró para todos lados, y se empinó el vaso de tinto hasta dejarlo seco. Acto seguido, continuó su camino sin mayor baile, recompuesto, podría decirse.
 El asunto se repitió un par de veces.  Él aparecía y Olivia  corría a dejarle el vaso de vino en el grifo. El hombrecito se lo bebía y se iba. Luego, Olivia decidió colocarlo en la reja de su casa. La primera vez que lo intentó no funcionó: el hombrecito llegó al grifo a duras penas, y tras constatar que no había nada para él, se desplomó. Sin embargo, en la segunda oportunidad el hombrecito juntó fuerzas para desplazarse hasta la puerta de la reja y beberse la pituca que angélicas manos habían depositado allí para saciar su sed. Antes de marcharse, miró hacia el interior de la casa y vagamente le pareció  divisar una silueta femenina detrás de los visillos. Esbozó una sonrisa y siguió su camino.


La sonrisa del hombrecito le dio todo el valor que necesitaba a Olivia para llevar a cabo la última y mejor parte de su plan. La siguiente mañana que lo vio venir, abrió la puerta de la reja y colocó el tinto en la puerta de su casa, dejándola semiabierta. El hombrecito, que no parecía tan tambaleante como las otras veces, al principio meditó si cruzar o no el antejardín que lo separaba de su recompensa. Tras algunos segundos de duda, se acercó a la puerta y antes de empinarse el vaso la abrió suavemente. Al contemplar a Olivia, que lo esperaba cómodamente instalada en su sofá, por fin se atrevió a hablar a su benefactora:
- Bueno, supongo que esta copa podemos beberla juntos…

La puerta se cerró y es posible que nunca podamos saber verdaderamente lo que pasó allí dentro. Después de ese día, al hombrecito no se le volvió a ver por el barrio, pero en los tugurios de Coronel centro no hay borrachín que no sueñe con encontrarse de pronto con esa esquina, con ese grifo, con ese vaso, y con Olivia.


(Destrozado y maligno, 2013, ilustración de Francisco Zambrano, Frangles)

martes, 24 de mayo de 2016

DESCONSUELO




Hasta el día de hoy no recuerdo si él bailaba solo o con aquel pedazo de tocador, desprendido por acción de terceros un día después de la fatal discusión. No sé, tampoco, si la odiaba mientras insistía en apegar su boca a la foto de ella, o mientras refregaba la misma imagen por sus mejillas, como si buscara untarse de alguna bendición, invisible para nosotros. Lo peor, sin embargo, sucedió ya al final de la noche. Lo encontramos en un rincón balbuceando un nombre, una canción y una fecha. El pedazo de tocador había salido volando por la ventana anunciando la proximidad del sol, mientras él insistía en ahogarse en aquel conmovedor charco de lágrimas.

(Experimento fallido, 2015)

domingo, 22 de mayo de 2016

CANTO DE LA BRISA FRÍA




El canto de la brisa fría
Se parece al eco de una voz fantasmal
Embriagada de nostalgia
Invadiéndolo todo
Cubriendo el techo de mi habitación
Con ráfagas de estrellas lánguidas
Que se desvanecerán en cuanto intente
Hallar en sus constelaciones
Los brazos perdidos
Los ojos perdidos
Todo  lo ido
Lo que un día creí inmortal
Y que al momento de morir se rio de mí;

La brisa fría
La muy canalla
Seguirá helando mis noches
Con su jauría de lobos hambrientos de nostalgia
Y solo me queda implorar la piedad sobrenatural
Para impedir que encuentren acogida
En algún rincón de mi cuarto.


(Vapores, 2015)

miércoles, 18 de mayo de 2016

"Escrito en el sol. El primer suicidio ritual, por Oscar Sanzana"



Entrevista realizada por el periodista Eduardo Unda, en el programa "Libros al Aire", de la Radio Universidad de Concepción, edición del 13 de abril de 2016.

Escucha la entrevista completa acá:


Revisa aquí el artículo publicado en la página web del programa "Libros al Aire"

 

lunes, 16 de mayo de 2016

EL REINO



Corrió su cortina esperando ver el mundo. Encontró soledad, sí. Pero también decepción. Hubo en su mansión una copa de veneno servida que acabaría con la salud del criado. La deslealtad era el barniz de  los inteligentes en ese reino, y acaso aquello terminara por liquidarlo. Al criado y a todo lo demás.


(Inédito)