viernes, 12 de agosto de 2016

LA PESTE




Hubo una época en la que escuchaba discos a tu lado. Bebíamos algo, hacíamos el amor. No mentiré diciendo que éramos felices. Pero los días pasaban y no eran tan dolorosos, salía el sol y me animaba a tener que sobrevivir algunas horas hasta volver a verte. Era, sin lugar a dudas, una magnífica forma de pasar el tiempo. Dos seres solitarios que se comparten y comprenden. Nunca osé pedirte más. La noche en que te vi besándote con el sujeto equivocado no creí morir. Y sin embargo, algo en mí desapareció para siempre. Y tuviste tú al culpa, maldita belleza la tuya, que jamás pasaría piola, que siempre estaría allí para drogarme entre nubes, o para condenarme al infierno con la misma dulzura. Supongo que eres algún tipo de peste, aunque nunca me haya atrevido a llamarte así.

(Inédito, 2015) 


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